dimarts, 24 de juny del 2025

Encara queden herois que m'agraden



Jane Eyre (protagonista) i la petita Adèle Varens en la versió que Cary Joji Fukunaga (2011)
va fer d'aquesta magnífica novel·la de Charlotte Brontë




Virgili (La Divina Comèdia, Dante Alighieri, 1320)

En el context de la literatura clàssica, el Virgili de la Divina Comèdia és un dels personatges que més favorablement em van impressionar. És ben cert que no ha de témer res, però això no li treu la bondat, el seny, la cura amb què tracta Dante. Virgili serà un acompanyant entranyable, i realment, quant Dante arriba al Paradís i no pot continuar, se'l troba a faltar, i no pas poc.



Aquesta il·lustració de Doré ens mostra molt
clarament el suport i la cura que té Virgili amb Dante
en la seva perillosa travessa 



Coronel Cristopher Brandon (Seny i sensibilitat, Jane Austen, 1811)

Si et vols enamorar, tria aquest personatge magnífic. Una persona que ha viscut la desgràcia, que és comprensiu i acollidor. Et passes la novel·la desitjant que trobi per fi la felicitat, i encara sort que Jane Austen va decidir que es mereixia el millor!


Alan Rickman, en la seva genial interpretació del Coronel
Brandon, el fabulós personatge de Jane Austen, a la pel·lícula
Sense and Sensibility (Ang Lee, 1995)





Fortunata y Jacinta (Fortunata y Jacinta, Benito Pérez Galdós, 1887)                                                                                                                                                                                                                            
Una de les més fantàstiques novel·les de la literatura castellana del segle XIX és aquest fresc impressionant del Madrid de l'època i les persones que hi vivien. Fortunata és vital, al·legre, positiva. Jacinta, bondadosa i acollidora. I totes dues estan enamorades de la mateixa mala peça, el mateix "senyoritu" aprofitat i caradura que acabes detestant. Un llibre que no té ni una línia de desperdici, una meravella extraordinàriament ben escrita que t'atrapa fins el final. Una anàlisi despietada de tots els tipus d'amor que hi ha. I dues dones inoblidables.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    
Fortunata (Ana Belén) i Jacinta (Maribel Martín)
en l'excel·lent adaptació de Mario Camús (1980)
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

Boromir de Gondor (El Senyor dels Anells, J.R.R. Tolkien, 1954)

Quan llegeixes el capítol final de La Comunitat de l'Anell et quedes ben escruixit. Boromir és un dels personatges més commovedors de l'obra. Atrapat entre la fidelitat al seu pare, l'amor al seu germà i a la seva terra, i el compromís amb la Comunitat, es veu sacsejat per fortes emocions i finalment donarà la vida per no trair els seus companys. Boromir mor amb honor, com un autèntic heroi humà, amb les seves contradiccions, les seves flebleses, i la seva radiant personalitat.


Sean Bean en el paper de Boromir, en va fer una creació,
d'aquest personatge tan entranyable (The Lord of the Rings, Peter Jackson, 2001)





Karana (L'illa dels dofins blaus, Scott O'Dell, 1960)

És un llibre molt interessant que novel·la un cas real: Karana queda totalment sola en una illa, i, adaptada a la forma de vida d'un grup de depredadors, sobreviurà amb bona salut, física i mental, durant divuit anys. També la pel·licula del mateix títol, de l'any 1964, val realment la pena. Scott O'Dell va procurar ser molt precís amb el relat, que és realment impressionant, i que ens mostra la capacitat de supervivència d'una persona modèlica.


El personatge de Karana, que va existir realment,
és molt atractiu i es fa estimar com pocs





Alba (Mecanoscrit del segon origen, Manuel de Pedrolo, 1974)

Una altra supervivent, aquesta de ficció, però també molt atractiva, és aquesta noia lluitadora i forta, una mena d'Eva solitària que donarà naixement a una nova humanitat gairebé des de zero.



L'Alba i el Dídac es queden sols en un món desolat



Segur que un altre dia en trobarem més!!!







diumenge, 15 de juny del 2025

Una laguna en el mar de las olas (XV)

 

A las personas sometidas a fuertes presiones y miedo,
les puede parecer que soportan todo el peso del universo sobre sus cabezas


Capítulo XV. Miedo

El grupo quedó en silencio. Parecía que habían llegado a uno de aquellos puntos en los que no se puede avanzar, pero es imposible retroceder. Como si en medio del camino dos muros sombríos, el pasado y el futuro, impidieran cualquier movimiento y les dejaran encerrados en un presente precario, lóbrego, odioso.

Bouchard volvió a dirigirse a Radha.

-Doctora Chatterjee, vamos a trabajar sobre sus recuerdos de Titán, y también -se volvió hacia Quinteros- con usted. Todos juntos.

José Quinteros amagó un gesto de rechazo, y Radha y Elaine tampoco demostraron ningún entusiasmo.

-¿Es necesario volver una y otra vez sobre ello? -Quinteros hablaba con voz cansada- Cuando por fin me dejaron volver juré que nunca más expondría mis sentimientos en público. ¿Sabe usted qué es lo que significa mostrar tu terror, aparecer como un cobarde ante tus colegas, o tus superiores?… ¿Qué hiriente es quedar como un ser indigno de respeto?… Sólo las personas que te aman y a las que amas tienen derecho a ser testigos de tu debilidad, porque sólo ellas comprenden y perdonan, y permiten que tú mismo te perdones también. Y aquí no hay nadie a quien pueda tomar en consideración para una nueva ostentación de derrumbe emocional.

Las mujeres se miraron, pero nadie dijo ni una palabra. Ya era todo bastante doloroso. Quinteros siguió hablando, con arisca vehemencia.

-Si pudiera usted entender lo que representa desnudar el alma para que unos expertos que ni se imaginan lo que has sufrido te analicen como a una rana en vivisección. Y emitan un informe que te destruye como profesional y como ser humano confiable. Pero no puede, porque precisamente no es usted humano.

Después de este desahogo quedó en completo silencio, la cabeza baja, encerrado en su reserva, rodeado del muro que siempre llevó consigo, pero más alto y más oscuro que antes, si cabe; más alejado de sus antiguas compañeras de lo que nunca había estado.

Roger Bouchard los miró a todos con algo que se parecía a la compasión.

-Todo eso lo sé, y ahora les voy a pedir que valoren qué es lo que van a poner en primer lugar, qué les importa realmente.

-Yo se lo diré -Elaine le miró directamente a la cara-. Incluso usted sabe que ya no puede hacer nada. ¡Déjenos ir! ¿De qué servirá cualquier esfuerzo, cualquier aflicción, que podamos padecer aquí, si todo está perdido? ¿Para qué todo esto? Déjenos marchar y olvídenos. Hasta ahora estábamos bien. Y ya que es tan hábil, borre estas horas de nuestra memoria, y esta vez empléese a fondo.

Bouchard la contempló con fijeza, y después los miró uno a uno. Excepto en Aiko, vio en todos los demás la misma expresión, el mismo anhelo, la misma acusación: si no hay nada que hacer, déjanos en paz. Se replegó sobre sí mismo, y volvió a hablar, esta vez en un tono más opaco.

-Desde luego, tienen dos opciones: revivir recuerdos y emociones desagradables pero que quizá puedan ayudarnos a tomar un curso de acción que sirva para algo, o irnos cada uno por nuestro lado y dejar que todo se derrumbe. Después de todo -su voz y su expresión se oscurecieron aún más-, yo sólo debo volverme por donde he venido y nada me va a perjudicar.

Elaine le miró amedrentada. La apariencia y lo que podríamos llamar el aura de Bouchard tomaban paulatinamente un matiz cada vez más sombrío. Aunque su aspecto físico era el mismo, se podía percibir un halo concentrado de… ¿beligerancia? ¿Hostilidad? No encontraba el concepto adecuado. La mujer tuvo la inquietante sensación de que en realidad aquel ser se parecía mucho a Koroj, o a Kanwal. ¿Dónde estaba el afable joven que la había recibido a primera hora de la tarde? No era su expresión, no eran sus palabras. Era una emanación, potente y afilada, que se filtraba de cada poro, de cada centímetro cuadrado de su piel, de su cabello, como el agua que exuda de un cántaro. Era todo su ser, y ahora recordó lo que tanto le había aterrorizado en Titán. No se trataba de malevolencia. Consistía en algo tan desmedido para su pequeña mente terrestre que quedaba aplastada y exhausta al intentar abarcarlo. No pudo evitarlo, su labio inferior tembló y empezó a sollozar.

-¡Elaine! -Radha se acercó a ella y la abrazó con fuerza. Después miró retadora a Bouchard.

-No sé qué pretende, pero creo que todos estamos agotados. Yo tampoco resistiré mucho más. Parece que pierdo energía por momentos. ¿Quiere matarnos?

-No. Es una reacción natural ante mi expansión.

-¿Expansión?

-Aparición breve de un amago de mi naturaleza esencial. He sentido impaciencia y por un instante he soltado una fracción de mi control mimético. Si se fijan, estoy volviendo a ser quien era. Y ustedes -miró intensamente a cada uno de ellos- se sienten cada vez mejor, cada vez… mejor…

Ambas mujeres se relajaron visiblemente y se separaron. El rostro de Elaine se fue aclarando y su expresión facial se hizo más tranquila y abierta. Radha respiraba de forma fluida, profunda, y cerró los ojos. Su aspecto era de calma. Aiko y José también exhalaron aire con un fuerte suspiro, parecía que habían estado reteniendo la respiración desde que oyeron las duras palabras que Bouchard les había dirigido. Ahora se iban dejando caer en sus asientos, soltando tensiones. Aiko miró a Bouchard.

-Jakork-san, es evidente que son ustedes algo que no podemos comprender. Le ruego que tenga paciencia con nosotros, que nos explique qué está pasando. A mí me interesa, y mucho. Tengo una hija y un hijo, me han dado una nieta y pronto llegará un nieto. Son lo que más quiero. Por favor…

Bouchard le contestó con simpatía, era otra vez el hombre afable y considerado.

-No tema, Aiko-san, no pretendo ser arbitrario ni asustarlos. Si están aquí es porque les he llamado para hacer algo por su sociedad. Entiendo que hoy ha sido para ustedes un día agotador, les estaba forzando demasiado.

-Estoy realmente cansada -aprobó Elaine.

-No pasa nada por esperar una noche -siguió Bouchard-; nos veremos por la mañana y así, en cuanto llegue el que falta, estarán todos los participantes indispensables y nos pondremos a trabajar. Aprovecharemos el sueño nocturno para activar sus recuerdos con la ayuda de la memoria de la doctora Marchand.

-¿Cómo vamos a hacer eso? -Quinteros seguía desconfiando- ¿Una implantación de ideas?

-En absoluto. Únicamente llevaré a cabo algo parecido a abrir una compuerta de agua con suavidad. Tomando como modelo el contenido de la mente de la doctora en relación al caso, los recuerdos de los demás fluirán de igual forma. Mañana por la mañana todos dispondrán de las mismas referencias, de forma natural.

-Pero creo que aún hay bloqueos… -comentó Elaine.

-Así es; espero que quede todo aclarado en la reunión de mañana. Y entonces, además, estarán todos. El equipo no está íntegro todavía.

-No lo entiendo. ¿Quién ha fallado? -Radha, como organizadora del encuentro, estaba segura de que el grupo estaba completo y le extrañó la observación. Era ella quien había perseguido a uno y a otro por viditel hasta conseguir agruparlos, y en algún caso no había sido nada fácil-. Ya estamos aquí los que podíamos venir, que yo sepa.

-Aún no ha llegado Ider -Elaine habló con voz clara y desafiante-. No sé si pensáis o no en él, pero yo le encuentro a faltar en esta reunión.

-Está ilocalizable, no vendrá -Radha frunció el ceño. Gantomor no era santo de su devoción; fiel a su rígida concepción del deber había hecho muchos pasos y esfuerzos para encontrarle, y tenía la sensación de que su antiguo subalterno la rehuía. Si no aparecía por allí, mejor que mejor.

Pero Bouchard la replicó de forma inmediata.

-Vendrá. Así que esperaremos su llegada, es preferible.

-¿Y cómo puede saberlo? -su tono sonó ligeramente desabrido. Se sentía incluso malhumorada por ese protagonismo que Bouchard se estaba atribuyendo. Radha estaba acostumbrada a mantener el control de las situaciones y la autoconfianza del sociólogo la desconcertaba. La respuesta de Bouchard no se hizo esperar, y fue tajante.

-Vendrá, doctora Chatterjee, porque yo le he llamado.


(Continuará) 


diumenge, 8 de juny del 2025

Una laguna en el mar de las olas (XIV)

Los estereotipos levantan muros y provocan desconfianza entre
los diferentes grupos humanos


 

Capítulo XIV. Enfrentamiento

Roger Bouchard se controló con facilidad y en pocos momentos era ya dueño de sí. Se dirigió a los terrestres afablemente a fin de quitar hierro a la desagradable escena que había tenido lugar.

-Bien, ahora ya saben la razón de que les haya convocado. Hemos de encontrar la manera de tratar con Koroj, y para ello lo mejor será que tengan presente todo lo que pasó en la base de Titán, en las investigaciones que nuestro grupo realizó y en nuestros diálogos con ustedes. Si hay alguna clave para solucionar el problema quizá la encontremos allí. Yo no he podido hacer más, de momento, aunque…

Radha ni siquiera le dejó terminar la frase.

-Vamos a ver. No sé si he entendido bien lo que ha ocurrido en esta sala. Corregidme si me equivoco. Primero, tenemos a tres personas, Bouchard, Sander y Mbeki, que afirman ser extraterrestres o algo por el estilo, y que se han arrogado la potestad de venir aquí a juzgarnos según unos parámetros que nosotros desconocemos y que ni sabemos de dónde han salido.

Sus tres antiguos subordinados levantaron la cabeza y mostraron diversos grados de reconocimiento en sus rostros. El tono de voz y la dura expresión verbal de la doctora Chatterjee les hicieron retroceder a los tiempos de la Mare Undarum, donde ella llevaba las riendas con total convicción y absoluta eficiencia.

-Segundo –continuó, algo más excitada-. Para que la cosa sea aún más rara, parece ser que hace diecisiete años ocurrió algo en Titán que lo que es yo, soy incapaz de recordar, y a nadie le preocupa este detalle -miró con cierto rencor a sus excompañeras de misión-. Aquellos sucesos nos han perjudicado en nuestra vida laboral y a algunos les ha destrozado la carrera e incluso la familia -a esta afirmación, Elaine y José sacudieron expresivamente con la cabeza en muda aprobación-.

Roger, como en su momento con Elaine, la dejó hablar sin dar el menor signo de inquietud. Solamente la observaba con atención y en un momento dado enarcó las cejas y después sonrió levemente. Lo que no contribuyó precisamente a calmar a la ingeniera.

-Tercero: durante este tiempo, estos tres exploradores, investigadores, espías o lo que sean se han paseado por nuestro planeta, han usurpado unas cuantas identidades, han engañado a las autoridades y nos han estudiado como a insectos -se detuvo un momento para tomar aire, y, como nadie la interrumpió, siguió en un tono aún más agresivo:

-Y cuarto, para acabar de una vez toda la historia, nos han condenado y, prácticamente, ejecutado. Sinceramente, Doctor-Bouchard-como-se-llame, si no me voy ahora mismo a denunciarlos a todos a la policía es porque ni siquiera sé qué iba a decirles para no acabar yo misma en un frenopático.

Elaine empezó a reaccionar justo entonces.

-Por Dios, Radha, cálmate y cállate. Intenta escuchar a Bouchard. Después de todo -y aquí su voz se hizo más aguda y adquirió una inflexión en extremo cortante- has sido tú, tú misma, quien ha insistido en que viniéramos, y de forma bastante fastidiosa y autoritaria por cierto, argumentando que aquí encontraríamos la clave de los sucesos de Titán. Y a las primeras de cambio te pones como un basilisco.

Radha se volvió furiosa hacia ella. Parecía una cobra a punto de atacar.

-Así que soy fastidiosa. No cabía esperar otra reacción de la indolente Elaine, la reina del buenrollismo. Por ahorrarte inconvenientes y desaires serías capaz de aguantar cualquier cosa. Todo por conservar la ecuanimidad y esa carita sonriente de pastorcilla de bizcocho.

Quinteros intervino. Aunque algo titubeante, se percibía un gran enojo en su expresión.

-Ya basta de tonterías, las dos… Vaya par de crías maleducadas. Será mejor que dejéis de hacer el ridículo y os pongáis a hablar como personas juiciosas… y no como lo que sois.

Esta última observación la lanzó con intenciones de dardo hiriente, pero Elaine ya se había disparado y ni se enteró.

-Quizá prefiero una pastorcilla a una marimacho dominante, no nos hace falta tu constante mangoneo, señorita Radharani.

Aiko se echó a reír.

-Caramba, Elaine, casi no te reconozco. ¿Dónde están tu expresión comedida y aquel tonillo santurrón que gastabas en la Mare Undarum? Bonita manera de dirigirte a tu amiga del alma. Radha sigue en su línea, no se puede negar. Y tú, José-san, quizá que te impongas un poco más, parece que nadie desea escucharte… siempre tan inútil en los momentos de conflicto.

-Tú te callas, devoradora de ballenas -los ojos de Radha relampagueaban.

-El paleocaníbal, la melindres, y la encantadora de serpientes… menuda compañía para dar lecciones a nadie -la respuesta de Aiko fue instantánea-. Sólo falta Gengis Khan el asesino de masas.

El asombro de sus compañeros ante estas afirmaciones ya no tuvo límites. Tres pares de ojos se clavaron en su rostro, pero Aiko no les hizo ningún caso. Ahora toda su atención se había enfocado hacia Bouchard:

-Muy bien, doctor, o quizá mejor, Jakork-san. ¿Está siendo exitoso el experimento?

-¿Qué?- José estaba sobrepasado por la situación- ¿Qué nos pasa a todos? ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Por qué nos estamos enfrentando?

-Un pequeño regalo de Kanwal. Expresión de contenidos inconscientes. No está mal -Bouchard estaba tranquilo, aunque le rodeaba un cierto halo de amargura-. Una demostración de los instintos agresivos de su especie y de su falta de control, dirigido con toda intención para mi uso y disfrute. De acuerdo, un diminuto ajuste, y… ¿se encuentran mejor?

-Todas esas cosas horribles que nos hemos dicho…Nunca he pensado así -ahora era una Elaine balbuceante y desconcertada la que se dirigió a sus compañeros-. Perdonadme, os juro…

Radha sacudió la cabeza. Su rostro expresaba consternación, la escena había sido desagradable.

-Todos estábamos igual. No le demos más vueltas -se dirigió a Aiko-. Tú te has dado cuenta, ¿verdad? Por eso has dicho lo del experimento.

-No era normal. Me sentía como si un torrente de sentimientos escondidos se lanzara hacia mi lengua, y mi boca hablaba sola, desenfrenada, sin que yo pudiera controlarla. Y encontraba en todo ello una especie de placer insano… No es propio de mí, esa extraña emoción tenía que venir de algún otro sitio, o al menos -una extraña sonrisa iluminó las armoniosas facciones de la japonesa- lo llevaba bien escondido. Y ahora creo que quizá Jakork-san está probando un estímulo nuevo, como poner un queso francés a los ratones acostumbrados a roer cortezas de pan. O al revés. Y a ver qué pasa.

Los ojos de Aiko bailaban de risa, mientras sus compañeros la miraban atónitos ante aquella desacostumbrada forma de hablar.

-Muy inteligente, doctora Minamoto -Bouchard sonrió-. Como puede ver hay muchas formas de control, tiene usted una vena irónica muy sugestiva si se la incita adecuadamente.

-¡¿Otra vez?! -Radha, desconcertada, ya no sabía dónde mirar-. Están jugando con nosotros. Bouchard, lo siento, pero esto se acaba aquí.

-No, por favor. Lo lamento -Bouchard permaneció abstraído durante unos instantes-. Escuchen, vamos a reconstruir todo lo que pasó en Titán y lo que ha sucedido en la Tierra desde entonces. Estoy empezando a ver una pauta, nada de lo que se está viviendo en esta sociedad es irrelevante. Por el contrario, tiene un sentido y una finalidad que no puede estar más clara. Y yo estaba completamente equivocado.

Los cuatro le miraron desconcertados. Fue Elaine la que se atrevió a decir:

-¿Se refiere a las afirmaciones de Sander, quiero decir, de Koroj? ¿Sus palabras eran una simple constatación o cree usted que realmente está dirigiendo a la humanidad hacia un conflicto de forma intencionada?

-No se trata de un mero conflicto. Creo que está trabajando activamente para conseguir su destrucción como civilización y puede que como especie.

Los comentarios no se hicieron esperar.

-¡Es imposible!

-¡Qué monstruosidad!

-¿Qué razones tendría para desear algo así? -fue Aiko quien hizo esta pregunta.

-Muy sencillo. ¿Se han fijado en su afirmación, en cómo ha remarcado lo de precioso y desaprovechado planeta?

Hubo unos momentos de completo silencio. Parecía que todos los humanos contenían el aliento.

-¿Nos está diciendo que lo reserva para otros? -Radha fue la única que se atrevió a verbalizar lo que todos estaban pensando.

-Es la única explicación posible. Jamás he escuchado de Koroj un comentario anodino o sin sentido, alguien de su condición no habla porque sí.

-Por suerte se ha traicionado ante nosotros -ante el comentario de Quinteros, Bouchard meneó la cabeza.

-Lo dudo; mucho me temo que esto es lo que han decidido él y Kanwal, y ya ni siquiera le importa que yo llegue a saberlo. Porque está seguro de que no puedo hacer nada para impedirlo.


(Continuará) 


diumenge, 1 de juny del 2025

Encara queden dolents (de cine i TV)

 

Ian Mcdiarmid com el senador Palpatine,
l'antagonista principal (i ocult) a Star Wars


Doncs sí, encara havien quedat dolentots al tinter i avui en passarem uns quants que trobo prou interessants.


Alexander Sebastian (Notorious, Alfred Hitchcock, 1946)

Alexander i Alice, l'amor impossible, l'amor condemnat. Claude Rains és el personatge més interessant, l'actor més en el seu paper, el personatge que realment et colpeix en tota la pel·lícula. Només una preciosa Ingrid Bergman està a la seva alçada. Alex està enamorat, Alex estima de veritat, no com el plasta de Devlin (un pesadíssim Cary Grant que vaig trobar molt antipàtic en tot el filme). Que Alex és un nazi? Sí, d'acord, però almenys ell tracta a Alice amb tota la tendresa i l'afecte que ella es mereix. Llàstima de la mare, que és una bruixa i el té completament ofegat. Ho sento, però quan s'acaba la pel·lícula gairebé sap greu que la Bergman no hagi decidit convertir el seu marit en un devot de les esquerres i enviat el tonto i malagradós del Grant a fer moltes punyetes!


El fabulós actor francès Claude Rains fa un paper
excel·lent com a Alexander Sebastian, el més destacat
Notorious (en castellà Encadenados)




La marquesa de Merteuil (Dangerous Liaisons - Las amistades peligrosas, Stephen Frears, 1988)

No hi ha gaires personatges tan malintencionats, manipuladors, enganyadors i perversos com aquest. Sembla que la bondat, la delicadesa o simplement l'amabilitat no tenen cabuda en el seu cor. I així i tot és una dona fascinant. Quant a Glenn Close, està simplement superba. Algunes persones troben que no dóna el tipus (massa gran i no molt guapa), però jo la vaig trobar perfecta, perquè aquí no es tracta del físic, sinó d'una interpretació impecable. I no patiu, que finalment pagarà juntes totes les seves culpes. I no fa cap pena, ni de bon tros.


Glenn Close impressiona, i no pas poc, com la marquesa de Merteuil



Tuco, Rubio i Sentencia (Il buono, il brutto, il cattivo - El bo, el lleig i el dolent, Sergio Leone, 1966)

És que no se'n salva ni un, els tres són per tancar-los, només es diferencien en les seves maneres. Aquesta és una de les poquíssimes pel·lícules del far west que m'agraden, i suposo que és perqué, com ja han dit molts crítics, no és en absolut un western sinó una trama que podria haver-se ambientat en qualsevol guerra civil de qualsevol època. Funcionaria al Japó dels Tokugawa, al bello civile entre César i Pompeu o a l'Espanya del 36 al 39 igual que ho fa a la Guerra de Secessió dels USA.

S'ha de remarcar el fantàstic treball actoral, tots tres estan perfectes, cadascun en el seu paper. Ara, la pel·lícula com a tal ja és una obra mestra portada a terme per Sergio Leone de forma impecable. Un filme totalment recomanable.



D'esquerra a dreta, Lee Van Cleef (Sentencia, el dolent),
Clint Eastwood (Rubio, el bo) i Eli Wallach (Tuco, el lleig)



La Bruixa Blanca (The Lion, the Witch and the Wardrobe - Les cróniques de Narnia: el lleó, la bruixa i l'armari, Andrew Adamson, 2005)

Tilda Swinton és, sense discussió, el millor del filme. Va saber donar a la Bruixa Blanca una fredor, un aire de menyspreu, una malignitat, totalment creïbles. Aquesta actriu tot-terreny está bé a tot arreu, faci el què faci. S'ha consagrat com una dolenta de cine amb tots els ets i uts.



La grandíssima actriu Tilda Swinton com La Bruixa Blanca




Josef Mengele (The Boys From Brazil - Els nens del Brasil, Franklin J. Schaffner, 1978)

L'impecable Gregory Peck, heroi indiscutible de tantes pel·lícules, fa aquí un paper totalment sorprenent, el del pervers doctor Mengele, en aquesta cinta molt de la seva època, però prou distreta i interessant. Amb James Mason i Laurence Olivier com els seus antagonistes, Peck construeix un personatge aterridor, amb una aparença externa amable i atraient, i una mentalitat fosca i retorçada, implacable. 


Gregory Peck està fantàstic en el paper de Mengele



Max Zorin y May Day (A View to a Kill - Panorama per matar, John Glen, 1985)

Dos dolents de cinema que són la nit i el dia, i no pretenc fer cap acudit amb el seu aspecte físic. Max Zorin és la ment perfecta, la intel·ligència despietada i l'ànsia de poder. May Day és apassionada i lleial, forta i ben capaç d'estimar. Entre tots dos, Cristopher Walken i Grace Jones, es berenen amb patates el tòtil del Roger Moore, que sembla ben bé que baixi de l'hort.



Cristopher Walken i Grace Jones, un tandem espectacular




Lorne Malvo i Lester Nygaard (Fargo, temporada 1, Noah Hawley, 2014)

Lorne és un fred assassí a sou i Lester un amable agent d'assegurances, però tots dos posen en marxa una trama de crims que trasbalsa completament la normalment tranquil·la població de Bemidji, a Minnesota. En mig d'una espectacular nevada la gent cau com a mosques, mentres una policia molt dedicada i un policia insegur i espantat van traient l'entrellat de tot plegat.

De totes les sèries de la marca Fargo, aquesta (que és la primera temporada), la segona temporada, i per la seva banda el filme original, són de lo milloret del cine i la TV dels 2000.


A l'esquerra, Martin Freeman com a Lester Nygaard. A la dreta,
Billy Bob Thornton com a Lorne Malvo. 
Quins dos actorassos.



La reina-madrastra (Snow White and the Huntsman - Blancaneus i la llegenda del caçador, Rupert Sanders, 2012)

Quina bírria de pel·lícula, mare meva. Però Charlize Theron està fantàstica, guapíssima, i, és clar, fent el bon treball a què ens té acostumats. Em trenco de riure quan el mirallet màgic diu que la reina ja no és la més bonica del regne. Aquest estúpid mirall té pa a l'ull. Mira que trobar més maca la pàmfila de la Kristen Stewart! Ni guapa, ni elegant, ni estilosa, ni res de res. La Theron li dóna cent (o mil voltes), i la pel·licula, que ja era dolenta, entra en l'absurd total.

I si almenys la Kristen fos millor actriu... Però de cap de les maneres, vaja!



Charlize Theron com la fascinant Reina Malvada.
Serà dolenta, però és més maca i millor actriu que la
pressumpta protagonista



dissabte, 24 de maig del 2025

Beethoven, Baremboim, i dues simfonies

 

Beethoven l'any 1804, quan va començar la composició
de la cinquena simfonia

L'any 1808 van passar moltes coses a Europa, i entre d'altres, una d'importància per al nostre país: el motí d'Aranjuez, que va donar pas a la Guerra de la Independència, mentre la resta del continent s'enfonsava en les guerres napoleòniques. Així i tot, altres successos més agradables s'esdevenien, i un d'ells va ser cabdal en el món de la música clàssica. El 22 de desembre, a Viena, s'estrenaven dues simfonies de Beethoven, la cinquena i la sisena, juntament amb altres obres del mateix compositor.

Beethoven ja tenia greus problemes d'oïda, degut a l'otosclerosi, i des de l'any 1801 disposava amb prou feines d'un 40% de la seva capacitat auditiva, i no era capaç de sentir les consonants, per la qual cosa no podia entendre què li deien. Si escoltem aquestes dues meravelloses simfonies i pensem que les va composar un músic apassionat per la seva feina que s'estava quedant progressivament sord sense possibilitat de curació, crec que podrem copsar millor la seva lluita, la seva determinació, i la seva força de caràcter per seguir treballant amb aquest entusiasme i dedicació.

La cinquena simfonia es va convertir ben aviat en una peça clau del repertori orquestral, i encara ho és. Entre altres homenatges, va ser una de les obres triades (en concret el seu primer moviment) per aparèixer al Voyager Golden Record, la gravació de sons de la Terra enviada a l'espai l'any 1977 a la sonda Voyager. Ja en la seva època va ser tan demanada la seva interpretació que Franz Listz en va fer una versió reduïda per a piano i facil·litar així la seva difusió.

S'estructura en quatre moviments, Allegro con brio, Andante con moto, Scherzo Allegro i Allegro Presto. El començament del primer moviment conté un dels motius més famosos de la música occidental, el famós ta-ta-ta-Taaa.  Algunes persones l'anomenen La Simfonia del Destí, ja que en algun moment un autor va afirmar que aquest motiu rítmic, que travessa tota l'obra, li va semblar el Destí trucant a la seva porta, d'aquí el nom que de vegades apareix per referir-se a la cinquena. 

La sisena simfonia, coneguda també com a Simfonia Pastoral, es va composar més o menys al mateix temps que la cinquena, i té un caràcter ben diferent. Beethoven adorava la Natura, i va dir que la sisena és l'expressió del seu sentiment. En el seu temps no va agradar gaire, i tothom preferia la cinquena, però en el segle XX se l'ha anat apreciant cada cop més. Una versió reduïda, dirigida per Leopold Stokowski, va ser triada per Disney per aparéixer a Fantasia (1940), on acompanyava un simpàtic curtmetratge ambientat a l'Olimp; aquesta pel·licula la va popularitzar extraordinàriament i ara, al segle XXI, és una de les més gravades i interpretades del repertori de Beethoven.

Té cinc moviments en lloc dels quatre tradicionals i tots porten títols:

I. Allegro ma non troppo. Desperten alegres sentiments en trobar-me al camp.

II. Andante molto mosso. Al costat del rierol.

III. Allegro. Animada reunió de camperols.

IV. Allegro. Llampecs i tempesta.

V. Allegretto. Alegria i agraïment després de la tempesta.

Aquesta obra conté alguns dels passatges més bonics de Beethoven, és relaxant i animada, i també solemne al final, quan ens mostra la grandesa de la Natura.


Quant a Daniel Baremboim, és un notabilíssim músic, argentí d'origen jueu, que va començar com a pianista, disciplina on va arribar a tenir molta anomenada. Allunyat dels concerts com a solista per la seva edat, va desenvolupar una exitosa carrera com a director d'orquestra. 

Sempre ha sigut una persona de pensament molt lliure: bona part dels seus estudis els va fer a Israel, d'on també té la nacionalitat, però no per això ha deixat d'interessar-se per músics com Wagner, que estava totalment prohibit en aquest país, i va aconseguir dirigir-hi una peça l'any 2001, a Jerusalem, per la qual cosa va haver de lluitar molt i enfrontarse a greus crítiques. 

També està totalment en contra de l'actuació del govern israelià a Gaza, i va impulsar un moviment per a reunir joves músics, palestins i israelians, la West-East Divan Orchestra, iniciativa que ha rebut nombrosos premis internacionals per a la pau i la concòrdia.

Jo havia tingut molts discs d'ell com a pianista, i m'encantava, i ara gaudeixo moltíssim de les seves dots com a director. Aquí us deixo la cinquena i la sisena de Beethoven sota la seva direcció, i precisament amb la West-East Divan Orchestra. Sentiu-les amb l'alegria i la bona disposició que Barenboim sap donar a la música d'un autèntic geni.


Simfonia número 5


Simfonia número 6




Daniel Barenboim





dijous, 22 de maig del 2025

Una laguna en el mar de las olas (XIII)

 

Aquello que no podemos definir nos causa temor


Capítulo XIII. Mbeki

Cuando se recuperó de la sorpresa de ver a Quinteros en el despacho de Bouchard, Elaine se dirigió hacia él, y éste se levantó con una leve sonrisa. Ambos se abrazaron amistosamente, aunque con cierta reserva por parte del telemetrista.

-¡José! Me habían dicho que no estarías con nosotros, por las fiestas de Navidad, las niñas…

-Al principio esa era mi intención, pero lo estuve pensando mejor y Martina, mi esposa, me aconsejó venir y terminar de una vez, si eso es posible -Quinteros soltó a Elaine y a continuación se dirigió a Radha mientras se llevaba una mano al corazón.

-Doctora Chatterjee –ella sacudió la cabeza en una sonriente negativa, y él rectificó-… Radha… estoy contento de verte.

Radha sonrió abiertamente y tendió la mano al hombre, que la apretó con fuerza. La voz de ella era hospitalaria, cálida.

-Cuánto me alegra que hayas decidido venir, José, nos afecta a todos.

Aiko había quedado como en la sombra pero finalmente se levantó e hizo una cortés reverencia y él le respondió de la misma manera. No se dijeron nada.

Elaine se sentó de nuevo, con más animación que antes. Le parecía que la presencia de José añadía peso al grupo de la Mare Undarum. Resueltamente se dirigió a Bouchard.

-¿Ya no falta nadie, Roger, podemos empezar a hablar de lo que sea?

Sander le lanzó una mirada inescrutable que la hizo encogerse un poco, pero Bouchard le respondió con rapidez y borró la mala sensación.

-En realidad, acabo de saber que el doctor Mbeki viene hacia aquí. Esperemos un momento.

-¿Mbeki, de Unuiĝintaj Regionoj1? – Radha se inclinó hacia delante extremadamente interesada. Los demás estaban perplejos.

-¿Le conoces? El nombre me suena pero no acabo de recordar… -por esta vez fue Aiko la que se mostró intrigada.

-Sé de un doctor Mbeki que es el actual responsable del Departamento de Comunicación Global de la UR -Radha hablaba con cierta vacilación-. Coordinan algunos aspectos de la convención, pero hasta ahora no le he visto, sé quién es por los mensajes que nos envían. ¿Se trata de él?

-En efecto. Un poco de paciencia, por favor, y… ya ha llegado.

Pulsó de nuevo el mando de la puerta y una silueta de estatura apenas mediana se recortó en la entrada. Roger iba a dirigirse al recién llegado, pero antes de que pudiera decir nada se oyó otra voz, y todos se volvieron hacia la persona que había hablado, divididos entre la sorpresa y el asombro.

-Kanwal, es Kanwal, el responsable de comunicación, allí, en Titán -era Aiko la que había hablado, en un tono agudo muy impropio de ella. Estaba muy pálida.

Roger le lanzó una mirada inquisitiva.

-¿Le recuerda?

-Su rostro es lo que recuerdo con más claridad. Me tenía aterrorizada, pero no estaba solo. Había otros, por suerte ellos no daban ningún miedo… ¡Desde luego! Era usted, y usted… -señaló a Bouchard y a Sander con los ojos muy abiertos.

-Pero, Aiko, qué dices… -el rostro de Elaine expresaba confusión. Creía que ella era la designada para instruir a los demás y le desconcertó la seguridad con que su antigua compañera reconocía a los krakta sin necesidad de estímulos de memoria ni trances inducidos.

Radha se irguió y habló con determinación; en su tono se dejó oír un deje de su antigua autoridad.

-¿De qué hablas? ¿A qué te refieres?

José dejó que sus párpados se cerraran y su rostro ancho y moreno pareció más agotado que nunca. En cuanto a Aiko, suspiró, se miró un momento los pies y a continuación levantó la cabeza. Sus ojos fueron pasando de uno a otro. Eran tan silenciosos como siempre, pero se alcanzaba a distinguir el principio de una emoción, quizá de cansancio. Bouchard insistió. Su voz, a diferencia de la de los demás, era amable, comprensiva.

-¿Le recuerda, doctora Minamoto?

-Claro -había vuelto a bajar la cabeza.

-¿Es cierto que la tenía aterrorizada? -mientras hacía esta pregunta Bouchard miraba fijamente a Mbeki, y este le devolvió la mirada con una expresión arrogante en su rostro ya de por sí adusto.

-No se trataba de algo patente; su presencia, sus palabras, su forma de hablarme, me causaban espanto, pero todo eso quedaba en segundo plano ante tantas otras conmociones. Que era terrorífico para mí se me ha hecho evidente después, al recordar los hechos.

-¿Me recuerda a mí?

Aiko Minamoto fijó la vista en sus manos, cruzadas en el regazo. Inspiró profundamente, movió los hombros en un gesto de aceptación, levantó el rostro y miró francamente a Bouchard.

-Usted es Jakork, el especialista en ciencias de la identidad.

-¿Recuerda al doctor Sander?

-Sí. El de más autoridad, Koroj. Se encargaba de ciencias abstractas. Ustedes dos… eran algo tan… desusado, tan impresionante… pero en cambio, jamás sentí el más mínimo temor.

Todos los ojos estaban fijos en ella. Sus antiguos compañeros se habían quedado completamente mudos. Aiko había sido siempre tan discreta, manteniéndose a menudo en un segundo plano, llevando a cabo su trabajo como si apenas se encontrara allí. Y ahora parecía extraer de su interior un caudal de energía. Lentamente, sus facciones demasiado átonas se llenaban de vida, sus ojos se volvían más y más expresivos, el tronco se erguía y la voz alcanzaba unas inflexiones que nunca le habían oído.

-Les recuerdo a todos perfectamente, todo lo que dijeron, todo lo que hicieron. No he olvidado nada.

Radha no fue capaz de contenerse.

-¿Estás diciendo que todo este tiempo te acordabas de estos… de estos…? ¿Y te callaste?

Aiko la miró sin ninguna timidez. Parecía haberse hartado de su papel contemplativo.

-Sí, todo este tiempo he recordado, pero nunca dije nada porque tenía miedo de que fuera una alucinación. Llegó a ser apenas un eco, pero siempre estuvo allí, en el fondo. Por eso, cuando me llamaste, enseguida quise venir. Porque por fin tenemos la oportunidad de aclarar el pasado.

José, Elaine y Radha estaban atónitos y apenas si acertaban a contestar.

-¿Y durante los interrogatorios en Bosten…? -Elaine se notaba la boca seca. En cuanto a José, estaba anonadado, mientras que Radha mostraba una expresión pétrea.

Aiko los contempló un momento a los tres, uno a uno, con deliberación.

-Nunca dije nada, no os vendí, resistí todos los interrogatorios, superé todas las trampas psicológicas. Soy más fuerte de lo que parezco. Fui leal. Lo he sido durante dieciséis años. Pero lo recordaba todo, siempre lo recordé. Siempre.

Los tres krakta la miraban silenciosamente: Bouchard pensativo, Sander con cierto desdén, Mbeki con furiosa hostilidad. Fue Bouchard-Jakork quien se decidió a hablar primero.

-Bien, como dicen algunas expresiones terrestres, es el momento de abrir las cartas…

-Poner las cartas boca arriba -Quinteros intervino por primera vez-. Pues sí que ya es el momento y para eso he recorrido más de quince mil quilómetros cuando lo que deseo con toda mi alma es estar con mi familia. ¡Adelante, pues! -frunció el ceño y enfrentó a los krakta -. ¡Digan lo que tengan que decir!

-Es muy sencillo -la fría voz de Sander-Koroj les llegó, cortante y directa como una saeta, lista para hundirse en el punto exacto-. Nuestro grupo llegó, os estudió, entendió lo que es vuestra especie y ha tomado una decisión. Los habitantes de la Tierra no pueden ni deben salir de su territorio. Volveréis a confinaros en este precioso y desaprovechado planeta y algún día os extinguiréis en una de vuestras absurdas guerras o en un estúpido cataclismo que provocaréis por desidia o avaricia. Esperemos que sea pronto -a continuación, de forma lenta y deliberada, se dirigió específicamente a Bouchard-. Y ningún primerizo va a interferir en una decisión consensuada entre los otros tres miembros del grupo de exploración.

Se levantó, erguido en toda su estatura, y envolvió a los antiguos astronautas en una ola de profunda indiferencia que les hirió en lo más vivo, pues la percibieron hasta en el mismo tuétano de sus huesos. Como si no existieran, o no fueran más que irritantes infusorios con aires de grandeza molestando con sus idioteces a un experimentado investigador.

Se marchó, llevándose con él a Mbeki, y en la sala de conferencias quedaron cuatro personas paralizadas por el terror mientras Bouchard, por primera vez desde que empezara la reunión, cerraba fuertemente los ojos y permitía que de su mente brotara una tempestad.

Quinteros tragó saliva, y se le oyó mascullar:

-¡Y el experto en Comunicación ni siquiera ha abierto el pico!


(Continuará) 

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1 Organización de Regiones Unidas.


dijous, 8 de maig del 2025

Haydn i una missa en temps de guerra

Haydn l'any 1792 (retrat de Thomas Hardy)

 


Franz Joseph Haydn (1732-1809) és un dels més grans referents del classicisme vienès del segle XVIII. Mozart el va apreciar moltissim i li deia "papà Haydn", expressant així el seu afecte i confiança pel col·lega vint anys més gran.

Haydn va començar la seva carrera d'una forma que il·lustra prou bé la situació dels músics a la seva època, com a membre del servei de la casa Esterhazy, lloc que va ocupar durant 30 anys. Val a dir que en general els Esterhazy van saber apreciar quin gran professional tenien, i va ser prou ben tractat, tot i que s'havia d'ajustar als desitgs del seu patró i no podia pas composar quan i el què volia. Així i tot Anton Esterhazy, entusiasmat per la seva obra i vàlua, se'l va endur a Londres entre 1791 i 1792, fet que el va donar a conéixer a un públic entusiasta i una societat a qui encantava la música vienesa. Haydn va ser nomenat Doctor Honoris Causa a l'universitat d'Oxford. En la segona i darrera visita a Londres, l'any 1795, ja estava considerat "el més gran dels compositors vius".

Haydn va morir l'any 1809, desprès d'una llarga malaltia, i en plena ocupació napoleònica de Viena. El mateix Napoleó va enviar un destacament per homenatjar-lo en el seu enterrament. En el seu funeral es va interpretar el Requiem de Mozart, un dels col·legues que més el va apreciar.

Vaig tenir el plaer de cantar com a membre del cor tres de les seves misses, unes obres extraordinàries composades ja al final de la seva vida, amb una nova llibertad creativa donada pel reconeixement que havia aconseguit gràcies al seu talent i al seu treball:

Missa número 9 en Si bemoll major, Heiligmesse, catàleg Hob 22/10 (1796).

Missa número 10 en Do major, Paukenmesse o també In tempore belli, catàleg Hob 22/9 (1796).

Missa número 14 en Si bemoll major, Harmoniemesse, que va ser la seva darrera composició, catàleg Hob 22/14 (1802).


He trobat una excel·lent gravació de la Paukenmesse, una obra molt notable per diversos detalls: la utilització dels timbals (d'aquí el seu sobrenom de Pauken, timbal en alemany), i la gran importància que se li dóna al Dona nobis pacem, ja que, com el seu altre sobrenom indica, es va composar durant una guerra entre Àustria i França. 

Aquí us la deixo, i espero que la gaudiu tant com jo.



Paukenmesse In tempore belli - F.J.Haydn - Neville Marriner